El arca pasa de Beit Shemesh a Kiriat Iearim (Versículos 1-2)

En el capítulo anterior, la gente de Beit Shemesh solicitó que el arca de Dios sea enviada a Kiriat Iearim. Nuestro capítulo se inicia con el ascenso del arca a Kiriat Iearim. La presencia del arca en Kiriat Iearim es positiva, ya que durante un período prolongado el pueblo de Israel sirve a Dios.

Reunión de todo el pueblo de Israel en Mitzpá (Versículos 3-6)

Shmuel reprende al pueblo por la idolatría que hay en su seno: “Si con todo vuestro corazón volvéis al Señor, quitad de entre vosotros los dioses paganos” (Versículo 3). Como vimos en los últimos capítulos, el contexto es una guerra interminable del pueblo de Israel contra los Pelishtim (filisteos). Los hijos de Israel se concentran en Mitzpá, ayunan y oran a Dios: “y dijeron allí: Hemos pecado contra el Señor” (Versículo 6).

La guerra contra los Pelishtim (Versículos 7-14)

Los Pelishtim oyen que el pueblo de Israel se reunió en Mitzpá, y están convencidos de que Israel están por atacarlos en cualquier momento. El pueblo de Israel teme de los Pelishtim y se dirige a Shmuel. Shmuel no sale armado a la batalla sino que eleva ofrendas a Dios. El resultado no tardó en llegar: “Mas el Señor tronó con gran estruendo aquel día contra los Pelishtím y los confundió, y fueron derrotados delante de Israel.”(Versículo 10). Los Pelishtim pierden la guerra y a continuación también son recuperadas las ciudades de los hijos de Israel que habían sido conquistadas por los Pelishtim.

El liderazgo de Shmuel (Versículos 15-16)

 “Shmuel juzgó a Israel todos los días de su vida.”(Versículo 15). Shmuel recorre toda la tierra y juzga a Israel. Así, Shmuel se transforma en el líder indiscutido del pueblo de Israel, hasta el capítulo siguiente.