Síntesis del capítulo, 1 Reyes 8

Síntesis del capítulo, 1 Reyes 8

Tras la culminación de la construcción del Templo, en nuestro capítulo se describe la inauguración del Templo y en el centro de la misma, se ubica la plegaria de Shlomó:

La reunión del pueblo en la festividad (Versículos 1-11)

Shlomó congrega a los Sabios de Israel y a todo Israel en el “el mes de  Etanim en la festividad” (Versículo 2)-todo parece indicar que es en alusión a la festividad de Sucot. Los Cohanim, Sacerdotes, portan el Arca de Dios y los utensilios del Mishkán, el Tabernáculo y los introducen al Templo. Al salir los Cohanim del santuario, la nube recubre toda la Casa de Dios “ y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, a causa de la nube; porque la gloria del Señor había llenado la casa del Señor” (Versículo 11).

Shlomó bendice al pueblo y a Dios (Versículos 12-21)

Al principio, Shlomó se dirige a Dios y dice “Yo con empeño he edificado casa de habitación para Ti, morada estable donde hagas mansión, por los siglos venideros” (Versículo 13), luego de ello se dirige al pueblo y lo bendice. El contenido de sus palabras no es realmente una bendición sino una descripción de la sucesión de acontecimientos: la voluntad de construir el Templo, y cómo Dios cumplió su palabra, coronó a Shlomó y le concedió la oportunidad de construirle una Casa.

La plegaria de Shlomó (Versículos 22-53)

El centro del capítulo lo acapara la plegaria de Shlomó. La misma está dividida en siete partes. En cada estrofa Shlomó describe una realidad diferente, en la cual el que eleva la plegaria (el individuo, la congregación o el no judío) se dirigirá a Dios en la Casa de Dios (o a través de la Casa de Dios) y Él escuchará la plegaria de ellos.

Shlomó bendice al pueblo y a Dios (Versículos 54-61)

Tras la finalización de la extensa plegaria de Shlomó, él Vuelve a bendecir a “toda la congregación de Israel” y le agradece a Dios por hacer realidad todas las promesas dadas a Moshé, y cierra con una exigencia al pueblo: “Sea, pues, perfecto vuestro corazón para con el Señor, vuestro Dios, para seguir andando en Sus estatutos, y guardando Sus mandamientos, como sucede el día de hoy” (Versículo 61)

Las celebraciones del pueblo en el marco de la inauguración del Templo y de la festividad (Versículos 62-66)

Tras la bendición de Shlomó, el pueblo y Shlomó elevan sacrificios a Dios. Shlomó ofrenda 22.000 vacas y 120.000 ovejas. Las celebraciones con motive de la inauguración del Templo se combinaron con la festividad de Sucot, a cuyo final, en el octavo día, Shlomó envía al pueblo “y se fueron a sus moradas, gozosos y alegres de corazón, por todos los beneficios que había hecho el Señor a David, Su siervo, y a Israel Su pueblo” (Versículo 66).

 

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