Síntesis del capítulo, Éxodo 30

Síntesis del capítulo, Éxodo 30

En los próximos dos capítulos figuran apéndices de la orden del Tabernáculo. Nuestro capítulo se focaliza en el altar para quemar el incienso, la entrega de medio Shekel (Siclo), la pileta de cobre, el aceite de unción y el incienso.

El altar para quemar el incienso (Versículos 1-10)

El altar para quemar el incienso (o altar de oro) se halla dentro del Tabernáculo en el Santuario   “frente al velo” (Versículo 6). El altar está hecho de madera y está revestido de oro, como la mayoría de los utensilios. También el altar del incienso tiene anillas y varales para que sea posible su traslado de un sitio a otro. Sobre al altar de incienso, se quema el incienso.

El medio Shekel (Siclo) (Versículos 11-16)

Entre la orden del altar del incienso y la de la pileta figura la orden del medio Shekel. La función del medio Shekel es el rescate del alma en el momento del censo del pueblo. Todo integrante mayor de veinte años tiene que traer el medio Shekel que es un aporte para el servicio de la Tienda de Reunión.

La pileta (Versículos 17-21) ה

La pileta que se halla en el atrio del Tabernáculo está hecha de cobre. Aharón y los Cohanim, antes de ingresar al Santuario, deben lavar sus manos y sus pies en la pileta (Versículo 20).

La consagración de los utensilios y los Cohanim (Versículos 22-33)

Antes del comienzo del servicio deben ser consagrados los utensilios del Tabernáculo y los Cohanim para el servicio. Dicha consagración es realizada por medio del aceite de unción, que contiene: “mirra pura, quinientos; y canela aromática, la mitad, doscientos cincuenta; y caña aromática, doscientos cincuenta y casia quinientos, pesados con el shekel del Santuario, y aceite de oliva, un hin” (Versículos 23-24). Los utensilios y todo el Tabernáculo deben ser ungidos con el aceite sagrado. El texto también señala algunas advertencias en relación al aceite. La persona no puede vertir el aceite sobre su cuerpo y tampoco puede utilizar un aceite similar y dárselo a una persona ajena.

El incienso (Versículos 34-38)

El capítulo se inicia con el altar del incienso y al final del capítulo está citado cómo preparar el incienso. El incienso está compuesto de “bálsamo, clavo de olor, gálbano e incienso puro”  (Versículo 34). Estas plantas deben ser tomadas y pulverizarlas bien y colocarlas sobre el altar. También aquí, como en el aceite de unción “El hombre que hiciere como él, para inhalarlo, será truncado de su pueblo” (Versículo 38).

 

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