Preguntas de Abarbanel, Génesis 27

Preguntas de Abarbanel, Génesis 27

  “Y cuando envejeció Isaac y se nublaron sus ojos llamó a Esav, su hijo mayor, y le dijo...  He aquí que ya soy viejo y no sé cuando voy a morir.  Ruégote tomes tus armas de caza, tu alijaba y tu arco, y sal al campo para cazarme algo, y hazme con ello los ricos manjares que me gustan para que coma y mi alma te bendiga antes de morir.  Y oyó Rebeca lo que Isaac había pedido a su hijo... Entonces le dijo Rebeca a su hijo Jacob...  Escucha pues lo que te voy a decir: Ve al rebaño y toma dos cabritos buenos y haré con ellos lo que le gusta a tu padre; y tú lo presentarás a tu padre para que coma, para que te bendiga a ti antes de morir.”

 (Génesis 27)

Preguntas: ¿Qué motivó a Isaac a bendecir a su hijo antes de morir?, ¿Acaso Abraham o alguien antes había realizado tal acto que finalmente provocó tanto odio entre hermanos?  ¿Porqué no se le ocurrió a Isaac bendecir a sus dos hijos por igual y así evitar problemas, así como hizo Jacob con Efraim y Menashe?  ¿Cómo pensó Rebeca con este engaño que las bendiciones le servirían a Jacob siendo que la intención de Isaac era bendecir a Esav?

Respuesta:

Abarbanel comienza su análisis de este controvertido capítulo explicando la mecánica de las bendiciones:

En los casos donde D-s bendice directamente a un hombre o grupo de gente, se genera un flujo de influencia espiritual y grandes bondades al receptor.  Un ejemplo es la bendición al mismo Abraham, como dice el versículo “Y D-s bendijo a Abraham en todo”
Un segundo caso es cuando alguien bendice a D-s, aunque por definición, el hombre no puede influir en ninguna forma al Todopoderoso, ni para bien ni para mal.  No hay nada que dar ni quitar a La fuente y causa de toda existencia.  Más bien se entiende como una expresión de alabanza o agradecimiento a D-s, así como hizo David en varias ocasiones.
La tercera variante es cuando un hombre bendice a otro: la bendición no proviene del emisor sino de D-s mismo, y el que bendice es solamente un ducto o medio para bajar la influencia celestial y otorgarla al receptor.  Ha de entenderse pues que mientras más elevado sea el nivel de la persona que bendice,  mayor será el efecto de la bendición.

Tomando como base esta introducción, el autor procede a explicar cómo a partir de Abraham, el cual es bendecido directamente por D-s prometiéndole un estrecho contacto con su descendencia y la herencia de la tierra de Israel, esta debe ser transmitida y delimitada a los que continúan este camino de espiritualidad.  Abraham no tuvo necesidad de definir esta continuidad ya que D-s mismo le aclara que Isaac será el sucesor, como dice el versículo: “porque a través de Isaac se engrandecerá tu simiente” (Gen 21,13).

En el caso de Isaac, al tener dos hijos gemelos, y no recibir instrucción alguna específica de D-s, decide otorgar la bendición a Esav, su primogénito.  No hay duda de que nuestro patriarca debió percatarse de los malos actos de su hijo y reprenderlo; además podría también haberle preguntado a D-s mismo a cuál de sus hijos bendecir; sin embargo, así como sus “ojos se nublaron” en sentido literal, también su criterio se opacó y su ciego amor por Esav lo llevó a tomar esta decisión errónea.

Por otro lado, la opción de haber dado a dos personas tan antagonistas las mismas facultades y bendiciones hubiera generado un enfrentamiento y choque de fuerzas mucho mayor.  En contraste, Jacob sí otorgó a sus nietos Efraín y Menashé la misma jerarquía que a sus hijos ya que todos eran similares y aptos para engendrar al futuro pueblo de Israel.

Ahora bien, ¿por qué Rebeca tuvo que proceder con este engaño? Al parecer, a diferencia de su esposo, ella ya sabía desde antes que sus hijos nacieran, que Jacob sería el continuador de la cadena. “Mas eran dos los hijos que contendían en sus entrañas…. Y consultó al Eterno… Y Le respondió: Dos pueblos hay en tu vientre, y se separarán, y un pueblo prevalecerá sobre el otro y el mayor servirá al menor” (Gen 25,22).

Y ¿por qué entonces no se lo dijo a su esposo directamente?. Abarbanel considera que dado el recato de Rebeca, y que Isaac, a lo mejor, no habría bendecido a Jacob con todo su corazón ya que Esav era su preferido, ella decidió hacer pasar a Jacob como su hermano mayor.  A final de cuentas, aún cuando la intención de Isaac era bendecir a Esav, esa influencia de bondad y espiritualidad le habría de llegar a Jacob, ya que como se explicó en la introducción, el que bendice es solamente un “conducto” por el que fluye la bendición Divina.  Isaac mismo acepta este hecho diciendo “Y ciertamente será bendito” (Gen 27, 33)

Posterior a esto, no encontramos ningún rencor o enojo entre Isaac y su esposa, ni hacia su hijo Jacob por lo que hicieron; al parecer entendió por sí solo que si así se dieron los acontecimientos, debía entender que tal había sido la voluntad de D-s.  

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