La bendición de Iaacov a los hijos de Iosef

La bendición de Iaacov a los hijos de Iosef

En el cuadro de Rembrandt, al igual que en el Midrash, surge una diferencia entre Efraim, el hombre espiritual y Menashé, el hombre realista. Efraim extiende su cuerpo hacia adelante, sus manos están ubicadas sobre el pecho, sus ojos cerrados con una expresión de elevación. A diferencia de él, Menashé se halla en el mundo de la realidad, y sus ojos abiertos.

 

Cuadro de Rembrandt, Iaacov bendiciendo a los hijos de Iosef, Holanda, 1606-1669

Rembrandt Harmensz. van Rijn - Jacob Blessing Ephraim and Manasseh - Schloss Wilhelmshöhe Kassel.jpg
By Rembrandt - The Yorck Project (2002) 10.000 Meisterwerke der Malerei (DVD-ROM), distributed by DIRECTMEDIA Publishing GmbH. ISBN: 3936122202., Public Domain, Link

La bendición de Iaacov a los hijos de Iosef en el cuadro de Rembrandt produce un encuentro familiar entre tres generaciones. Una manta roja en el frente de la obra acerca la escena al espectador   y simultáneamente también aísla el evento.

La escena propiamente dicha está iluminada con una iluminación típica de las obras de Rembrandt; parece como surgida de la oscuridad circundante. La luz simboliza el espíritu profético de Iaacov, cuando él prioriza al joven por sobre el primogénito en la bendición.

Iaacov está envejecido, con barba con una bufanda que se inclina desde la cabeza hasta su espalda. Iaacov se sienta en la cama y extiende su mano derecha a la izquierda. De su mano izquierda se divisan  solamente dos dedos, ubicados sobre la oreja de Menashé

Iosef  tiene en su cabeza un “tarbush” o “fez” (sombrero masculino típico de Turquía y África del Norte), apoya su mano sobre el hombro de Iaacov, y toca su mano con suma delicadeza, como queriendo desviarla hacia el recorrido esperable. Asenat, la esposa de Iosef, está parada al costado, tranquila y noble, y vestida elegantemente.

Los hijos se inclinan al lado de la cama de Iaacov.

“Le dijo¹ a Iosef: ¡He aquí que tu padre está enfermo” (Capítulo 48, versículo 1)-nuestros Maestros de Bendita Memoria dijeron: Efraim le dijo, ya que estaba estudiando Torá con él (Midrash Tanjumá, Vaiejí, 6) 

“Sobre la cabeza de Efraim — que era el menor” (Capítulo 48, versículo 14)- él se empequeñecía, pero Menashé salía y era requerido por su padre para sus asuntos (ocupaciones…quehaceres…)” (Psikta Rabati,3).

En el Midrash, Menashé, el primogénito,  es retratado como el hombre de acción, quien ayuda a su padre en todas las cuestiones del gobierno. Efraim, el menor, es presentado como el hombre espiritual, que estudia Torá con su abuelo. Entre Iaacov y Efraim hay una cooperación espiritual, y por ello Iaacov prefiere a Efraim el menor por sobre Menashé.

 

Extracto del libro de Iardena Lubotzky y Ruthi Marek "Bein Kodesh LeJol" ("Entre lo sacro y el pincel") publicado por "Maguid"

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