Iaakov - escalera de Iaakov

Iaakov - escalera de Iaakov

“Y salió Iaakov de Beer Sheva y fue a Jaran” (XXVIII, 10). La Torá había interrumpido brevemente su relación sobre Iaakov para ocuparse brevemente de Esav, pero este es inmediatamente olvidado, y el primer plano vuelve a ser ocupado por Iaakov. Esav fué a buscar esposa entre los hijos de Ishmael, y Iaakov se dirige a Jaran, a lo de su tío Laban.
“Y salió Iaakov”. Sobre este pequeño versículo se detiene Rashi, citando un famoso proverbio Talmúdico: No tendría que haber escrito sino “y fué a Jaran" (pues ya anteriormente dice: "Y fué a Jaran" (XXVIII,7 ). Más nos dice que la salida del justo de un lugar, causa una conmoción, pues mientras el justo está en la ciudad él es su brillo su esplendor y su belleza. Sale de ella, sale con él su brillo y belleza".

"בזמן שהצדיק בעיר הוא הודה, הוא זיווה, הוא הדרה; יצא משם, פנה הודה, פנה זיווה, פנה הדרה"         

La Torá nos relata que Iaakov fué a Jaran y luego recién que Iaakov salió de Beer Sheva. Más la salida del justo es toda una conmoción que nunca puede ser valorada justamente. Los Jajamim equiparan a los justos con los guardianes de la ciudad, pues el esplendor de una ciudad y la garantía de su futuro y su supervivencia es el Tzadik, el justo.

Nos hemos detenido ya sobre el paralelo entre Esav y Iaakov vemos por ejemplo a Iaakov en Jaran. Su conducta en lo de Laban que lo engaña y lo roba es ejemplar, y más aún, siempre notamos su espíritu y su idealismo.

Iaakov llega a Jaran: "y miró y vio un pozo en el campo, y he aquí tres rebaños de ovejas que yacían cerca de él porque de aquel pozo abrevaban los ganados; y había una gran piedra sobre la boca del pozo". Iaakov encontrose ante un pozo de agua, y los rebaños estaban reunidos alrededor de él. Aquí habría Iaakov de ver por primera vez a Raquel.

Al ver Iaakov a los pastores les dice: He aquí el día es aún grande; no es tiempo aún de recoger el ganado" abrevad las ovejas e id a apacentarlas" (XXIX,7).

Iaakov creía que los pastores abandonaban su trabajo y por ello los amonesta. El Sforno deteniéndose sobre este versículo comenta:  

"הצדיק ימאס את העול גם כן על הנוכרים 

כאמרו תועבת צדיקים איש עול"
 

"El justo odia la injusticia aun entre los extraños como está escrito: aborrecen los justos al hombre del mal”.

 

En los pequeños hechos y en los detalles insignificantes es donde podemos reconocer la verdadera personalidad del individuo. Instintivamente el pensamiento de Iaakov abandona sus desventuras y penurias, deja el futuro incierto y el amargo pasado, para detenerse sobre un pequeño hecho al cual es absolutamente extraño, algo que ocurrió a unos pastores para él desconocidos y en perjuicio de victimas anónimas. Iaakov sin embargo no puede dejar de rebelarse contra el mal y la injusticia ".

Este es el ideal del Tzadik.                      

Iaakov se dirige a Jaran y en el camino sueña y ve la famosa "visión de Iaakov" la escalera de los ángeles.

"Y soñó, y he aquí una escalera colocada sobre la tierra, cuya cúspide alcanzaba el cielo, y los ángeles de D's subían y bajaban por ella ".

Y he aquí, el Señor estaba sobre él, y le dijo: "Yo soy el Señor, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac, la tierra en que estás acostado te daré a tí y a tu simiente. Y será tu simiente como el polvo de la tierra y te extenderás al occidente y al oriente, y al aquilón y al mediodía, y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. Y he aquí, yo soy contigo y te guardaré por donde quiera que fueres, y te volveré a esta tierra, porque no te dejaré hasta tanto que haya hecho lo que te he dicho." (Bereshit XXVIII, 12,15)
Iaakov estaba por abandonar Eretz Israel y dirigirse al lugar que sus antepasados habían dejado para dirigirse a la tierra prometida" Iaakov llevaba consigo la doble promesa para su pueblo, es decir su simiente, los hijos de Israel y su tierra Eretz Israel. Y esta promesa le es reafirmada en los umbrales de la tierra sagrada, en los precisos instantes en que él se dispone a abandonarla. Y nuevamente nos recordamos en "MAASE AVOT SIMAN LEBANIM", las acciones de los padres son señales para los hijos". Los hijos de Iaakov habrían un día de abandonar Eretz Israel. El camino a Israel se llama "ALIA" , el abandono de la tierra Santa se llama "IERIDA", es decir "ascenso" y "descenso", respectivamente. Por la escalera de la visión, los ángeles ascendían y descendían. Muchas veces habían los judíos de entrar a Israel y abandonarla, pero siempre los acompañó la promesa divina, D's no los abandonará.

El Midrash deteniéndose sobre este versículo, nos dice :          

סלם זה סיני חושבניה דדין כחושבניה דדין 

"SULAM" la escalera es el "Sinaí" y simbólicamente nos muestran los Jajamim que las  palabras "Sulam" y "Sinaí" tienen igual valor numérico.

"JOJMA IM NAJALA" (Rabino Klein) ve en este Midrash la expresión del simbolismo de la "escalera de Iaakov". En otro lugar el Midrash al referirse sobre "ADAM HA RISHON", nos dice:         

“אדה"ר היה מגיע מן הארץ עד לרקיע וכיון שסרח נתמעט"


ADAM HA RISHON el primer hombre alcanzaba de la tierra al cielo, más cuando pecó, empequeñeció. El hombre encierra en sí los dos universos, de un lado el Universo material, del otro el espiritual, cuerpo y alma, materia y espíritu se hallan en él unidos.

El hombre íntegro es la unión de estos dos universos, y es el que al elevar a la materia, hace bajar a la Shejiná, al espíritu divino. El camino de la elevación del hombre es el de la Torá y las Mitzvot. Y este es el significado del primer Midrash . El hombre antes del pecado, simbolizado por ADAM HA RISHON, el hombre consciente e íntegro que une los universos llega de la tierra al cielo, de la materia al espíritu. Al pecar, sin embargo se empequeñece y destruye la armonía de los mundos. La unión entre los Universos es la escalera de Iaakov . Los ángeles son los hombres, o los pensamientos y actos humanos que se elevan al cielo, y bajan de él: y he aquí cuando el significado del Midrash cobra su verdadero significado. "SULAM es el "SINAI", quiso el destino que al asemejar estas dos expresiones mostrarnos que la única escalera y el único camino que lleva de la tierra al cielo es la senda del SINAÍ, la Torá.

En forma alegórica se detiene el NIBEI ZAHAV (Rabino Z. Gold), sobre el sueño de Iaakov. La escalera representa la Torá; empero sobre ella “se sube y baja", esto nos representa dos MIDOT, dos caracteres, la "modestia" y la "arrogancia" (ANAVA Y GAAVA).

Una de las sendas por los cuales se llega a la Torá, es la ANAVA, la modestia. "Las palabras de la Torá son como el agua, el agua deja las alturas y va a los lugares bajos, así la Torá no se conserva sino en aquel cuyo espíritu se mantiene humilde". Una condición natural es la "adquisición de la Torá" como dicen los Jajamim, es pues la modestia, pues solo aquel se halla predispuesto a admitirla.

En su forma clásica expresan los JAJMEI HADRASH esta misma idea sobre la primera MISHNA de ABOT.

“משה קבל תורה מסיני"
Moshé recibió la Torá del Sinaí.

La Mishna no dice en "Sinaí" sino del "Sinaí" pues del mismo Sinaí aprendió Torá. El Midrash dice que D's para dar a su pueblo la Torá desecho a las más altas cumbres para elegir la más modesta, el casi insignificante monte de Sinaí, y si el hombre no ha logrado enseñar a la montaña, enseña la montaña al hombre. La "ANAVA" es pues la más magna entre las virtudes, y si en todas las virtudes nos enseña el Rambam que debemos seguir, la senda media sin caer en los extremos, aquí nos dice el Rambam: "Más se muy modesto”. En lo que respecta a la modestia debe el hombre esforzarse y luchar hasta la extinción de sus fuerzas. 

Esto en lo que respecta a la ANAVA. Más también la GAAVA, la soberbia puede a veces ser una virtud y es necesaria.

Ya los Jajamim nos decían que había que servir a D's con los dos instintos el bueno y el malo, y aun en los malos sentimientos debemos encontrar su significado y su posibilidad. En hebreo la palabra “virtud" es MIDA literalmente "medidas". Las virtudes en modo alguna son absolutas, son medidas que dependen del lugar y las circunstancias, tal es así, que aun en el mismo mal pueden encontrarse principios del bien.

Expresando esta idea dicen los Jajamim:

"El Talmid Jajam debe tener un octavo de octavo de soberbia". Si la soberbia en sí es perjudicial, no lo es si eleva al hombre por encima del mal. Se acusa, verbigracia, al pueblo judío de poseer un complejo de superioridad. Esto es sin embargo falso, pues el pueblo judío  es superior". La soberbia en el caso de un pueblo y de una nación, son necesarios y positivos pues solo ellas lo elevan por encima de todo el mundo que trata de asimilarlo y aniquilarlo, de un mundo que solo puede influir sobre él para el mal. Debe poseerse la soberbia, la entereza de espíritu, la fortaleza para poder conservar su independencia y soberanía espiritual. Que es el octavo de octavo de soberbia. Los JAJMEI HADRASH nos muestran una circunstancia curiosa. Este "octavo de octavo" nos recuerda el octavo versículo de la octava Parashá de la Torá (Vaishlaj) en la cual encontramos la plegaria de Iaakov: "Pequeño soy de todas las misericordias y toda la verdad que has hecho con tu siervo" (Bereshit XXXII, 11).

Los JAJMEI HAREMEZ ven aquí, otra idea, más que nos lleva a idénticas conclusiones. En toda la Torá no hallamos las letras "GUIMEL" y "SAMAJ” juntas, pues ellas constituyen la palabra "GAS" que significa "grosero" arrogante". Los JAJMEI HAREMEZ nos muestran que un Talmid Jajam llegará con su soberbia hasta el octavo de octavo (es decir 64), pero nunca llegará a la arrogancia, y la grosería (Gas, es decir 63). En esta interesante como curiosa forma de exposición, los Jajamim expresaron la idea de que la soberbia es en sí perjudicial, más a veces debe ser utilizada como expresión de la conciencia que se tiene del bien en medio del mal. Esta es la explicación alegórica de la "escalera de Iaakov". Si hay en ella ángeles que descienden, ni la modestia es necesaria, también hay quienes ascienden, a veces es el orgullo también.

 

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