En mi carne he de ver a Dios

En mi carne he de ver a Dios

Los referentes de la generación de la torre de Babel, se equivocaron y pensaron que Dios está alejado de ellos, en el cielo. No tuvieron la capacidad de comprender que el lugar del creador se encuentra en cada sitio y lugar de este mundo.

Los Midrashim de Jazal (Nuestros Sabios de Bendita Memoria) revelan una doble faceta en los actos de los referentes de la generación de la torre de Baהel. Una rebelión contra Dios, paralela a un intento de acercamiento a él, a través de la construcción de una torre cuya cima llegue hasta el cielo.

En el momento en que el hombre se siente alejado de su creador, lo atormenta una sensación de soledad, de la cual derivan diversos y variados miedos. No le ocurre lo mismo al hombre que mantiene su vínculo con su Creador, que hasta cuando transita por el valle de las tinieblas-él no teme, porque Dios está con él.

La voluntad de evadirse de esta tremenda soledad, es la que motivó que los referentes de la generación de la torre de Bavel construyeran una ciudad, y una torre con su cima en el cielo, “no sea que nos dispersemos sobre la faz de toda la tierra.…”(4)Los referentes de la generación de la torre de Bavel, se equivocaron y pensaron que Dios está única y exclusivamente en el cielo-no lograron comprender que Dios está en todas partes “y no hay ningún sitio que esté vacío de su presencia”

“Si alguien te preguntara dónde está Dios”, dijeron Jazal, “respóndele: en una gran ciudad ubicada en Roma. Rabí Najman de Breslav explicó: un individuo que llegó a un nivel inferior, a una profunda declinación, a tal punto que a partir de su confusión y extravío por los caminos de la vida, manifiesta: “¿Dónde se encuentra tu Dios?” también tú, dile como corresponde: “en una gran ciudad de Roma. “Dios se encuentra a tu lado, en la ciudad tumultuosa. No debes saltar al cielo, y allí alcanzar niveles elevados. También aquí, en este nivel inferior, en el ruido de la gran ciudad, puedes tú-en la medida que quieras -encontrar a tu Dios”. “En mi carne he de ver a Dios”. Todo depende de ti.” Porque la Torá está muy próxima a ti”, si tan solo lo deseas, “en tu boca y en tu corazón para que la lleves a la práctica”.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion"

 

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