Existe una enorme brecha entre la descripción del rodeo por la tierra de Edom que figura en el libro Devarim y la descripción citada en el libro Bamidbar, en lo concerniente al interrogante acerca de si dicho rodeo fue previsto desde el inicio o se decidió a posteriori. ¿Cómo puede ser  fundamentada la contradicción entre las dos descripciones?

Según el libro Bamidbar (Capítulo 20) se refleja una imagen del giro a la tierra de Edom en forma retroactiva, y de una gran tensión entre Edom e Israel; a diferencia de ello, de acuerdo al libro Devarim, queda reflejado que dicho rodeo estaba previsto desde el comienzo, por orden de Dios, a partir del ideal de que esta es la tierra de ellos y no se la debe atravesar. Asimismo, no se describe ningún enfrenamiento con Edom.

¿Cómo se pueden fundamentar las contradicciones entre ambas descripciones?

El libro Bamidbar presenta la dimensión humana y natural de la travesía: con quién Israel está en condiciones de luchar y con quién no, y como consecuencia de ello-cuál es la senda de su recorrido. Por consiguiente, según esta descripción, la iniciativa de dirigirse a Edom es de Moshé y no de Dios, y por lo tanto, hay también un intento humano de ir en una determinada dirección, y la lucha contra Edom provoca un cambio en los planes.

En el libro Devarim, Moshé describe los acontecimientos desde el ángulo del plan Divino. Él le dice a Israel que aquello que les parecía un rodeo por motivos militares, en realidad se trata del cumplimiento de la voluntad de Dios de darle heredad a determinados pueblos. Conforme a la descripción de Moshé, queda claro que no hubo “cambio de planes”. Desde un inicio, el programa Divino no consistía en pasar por la tierra de Edom, y ciertamente, tampoco en conquistarlos. El cambio se dio solamente en la dimensión humana, descripta en el libro Bamidbar.

Es posible que antes del ingreso a la tierra, a Moshé le resulta importante aclararle esto al pueblo de Israel: ellos no conquistan la tierra por medio de su fuerza militar, sino por obra de Dios, por el deseo de Dios de darles la tierra a ellos en heredad. Y de la misma manera, Dios les repartió tierras a otros pueblos, lo cual debe ser conocido y respetado.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".