El encuentro entre el alma y el cuerpo

El encuentro entre el alma y el cuerpo

La mujer que da a luz se encuentra en el centro de unintensa choque entre la creación de una nueva vida a partir de una proximidad Divina, y una gran dificultad física e impureza.

La parturienta es definida como impura e impedida de ingresar al santuario e incluso debe traer un sacrificio expiatorio. ¿Cómo es posible comprender esto, teniendo en cuenta que el nacimiento es un proceso tan positivo que trae vida al mundo?

En los conceptos de los comentaristas pueden hallarse algunas vías para abordar este interrogante:

1. el sacrificio expiatorio expía por todo pecado (por el hecho de haber jurado que no dará a luz, por el pecado del primer hombre o por algún otro pecado que le provocó dolores en el nacimiento)

2. el sacrificio expiatorio es parte del proceso de la purificación (el proceso del nacimiento está implicado con cierta muerte{pérdida de sangre; muerte de la placenta}y por ello la mujer que da a luz se impurifica).

3. el sacrificio expiatorio expía por la sumisión al proceso físico intenso, casi al punto de olvidar el elevado objetivo espiritual. Esto figura en los conceptos de Seforno y Rabí Shimshon Rafael Hirsch. Trataremos de seguir este enfoque y desarrollarlo.

El proceso del nacimiento es un proceso sumamente intenso, y muy complejo:

Por un lado, es un proceso de creación, de gestar una nueva vida. En este proceso, la mamá es socia del Creador del mundo en el hecho de traer vida al mundo. Un proceso de una nueva unión entre el cuerpo y el alma.

Por otra parte, dicho proceso implica un cambio físico intenso, acompañado de grandes dificultades. La mujer está expuesta a un fuerte proceso físico que la domina, y como si dejara a un lado la capacidad de control del espíritu sobre el cuerpo.

Además de esta complejidad, existe la complejidad mencionada anteriormente:

Por un lado- nace un bebé y se gesta una nueva vida.

Por otra parte-dicho proceso conlleva impureza.

Pues entonces, en el proceso del nacimiento hay un choque grande e intenso entre el mundo de la materia y el mundo del espíritu, y parece ser que no es casual que dicho choque tenga lugar en el momento del nacimiento:

La creación de una persona está relacionada con una singular combinación entre cuerpo-carne material, y el alma-imagen Divina. Esta combinación no es simple, y por ello justamente en el proceso del nacimiento hay un choque tan fuerte entre los dos mundos. La mujer que se encuentra como mediadora, es partícipe de dicho intenso choque.

Es probable que el sacrificio expiatorio tenga lugar como consecuencia de este choque. Por un lado la mujer se halla en un estado de una notoria cercanía a Dios, y por otro lado en el fuerte proceso físico e incluso en estado de impureza. La combinación entre ambos elementos, no está supeditada a la elección de la mujer, por ello no se puede decir que hay aquí un “pecado”, pero se trata de una situación problemática de incompletud, aparentemente la mujer ingresa al santuario en estado de impureza, y tal vez éste sea el motivo por el cual debe traer el sacrificio expiatorio.

Editado por el equipo del sitio del Tanaj.

Gentileza del sitio VBM de la Academia Rabínica "Har Etzion".

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