Características del pueblo de Israel antes de salir de Egipto

Características del pueblo de Israel antes de salir de Egipto


Características del pueblo de Israel antes de salir de Egipto
Lo primero que vemos es que el pueblo se reproduce mucho, esto nos habla del idealismo del pueblo, de hacer crecer la familia, un motivo nacional.
El nuevo Faraón ya los ve como un pueblo por sí mismo, a pesar de vivir en Egipto. Se distinguen como pueblo étnico distinto al egipcio.
Lo próximo que agrega el Faraón es que se van a sumar a sus enemigos, es decir este pueblo no se lo ve identificado con el pueblo egipcio. (A diferencia de los judíos  Alemanes que primero eran alemanes y luego judíos)
El faraón les impone cosas muy duras, ellos se sometieron, a lo largo de la historia esta actitud pasó a ser una característica del pueblo judío, a pesar de las más tremendas persecuciones, siempre se sometió.
El pueblo judío responde a estas medidas reproduciéndose más, es decir, no es un pueblo que fácilmente se quiebra.
Este pueblo tiene un nombre especial, “Hibrim” que así se hacen llamar (“Las parturientas “Hibriot”) es decir no solo “Bene Yaacob”- ser los hijos de Yaacob es lo que los relaciona entre ellos. De las parteras podemos notar que en este pueblo teme a Dios y que están dispuestas a arriesgar sus vidas por  ello, mientras que en Egipto no había “Temor a Dios” (No necesariamente quiere decir que eran creyentes, sino que “Temer a Dios aquí se refiere a tener: “una ética mínima”)
Del segundo capítulo vemos que las tribus estaban bien definidas, un hijo de la tribu de Leví toma como esposa a una mujer de la tribu de Leví. Además no solo las parteras eran valientes, sino todo el pueblo, pues siguen reproduciéndose en contra de la orden del Faraón.
La hija del Faraón lo reconoce como judío, es decir que había señales externas (El Brit Milá)
El hecho de que dos judíos se estaban peleando, no nos habla de que esa era la norma, más bien al contrario, ese relato nos marca algo inusual y por eso es recalcado, del contexto vemos que hay fraternidad y unión en el pueblo.
Luego de que muere el faraón el pueblo reza y se queja.
Dios los llama “Mi pueblo”,  si bien esto no nos habla del pueblo en sí y cómo eran, lo que sí nos agrega es de la relación que tiene Dios con el pueblo.
Moshé pide a Dios que le otorgue pruebas para poder demostrarle al pueblo que él es un profeta verdadero, también le pregunta a Dios qué responderles en caso que pregunten ¿Cuál es Su Nombre?, eso nos demuestra que algo de tradición tenían al respecto (Saben  qué es un profeta y en nombre de qué Dios viene) y cuando Dios le dice a Moshé  con qué Nombre presentarse, se desprende que ellos conocían el Nombre de Dios (no solo el Nombre, sino lo que ello representa, si bien no todo el pueblo, los más sabios sí)
También agrega el Dios de Abraham, el Dios de Itzjak y el Dios de Yaacob, es decir que no olvidan a sus patriarcas y sus creencias.
Dios le dice que reúna a los ancianos, deducimos que tenían gente sabia, líderes espirituales.
Guardan la promesa transmitida por Yosef de que Dios los recordará y que Dios controla lo que sucede, hay un pacto y una tierra prometida. Dios le asegura que el pueblo va a escucharlo; está claro que estos conceptos no son nuevos para ellos.
Luego Moshé se presenta al faraón y le dice  “el Eterno, Dios de los Hebreos, me ha enviado…” vemos que eso los identifica. Además le deja sentado al faraón que existe  la profecía.
Luego invoca el tema de servir a Dios (ir tres días por el desierto para servirLo)
Ellos van a matar al dios egipcio (cordero), esto nos demuestra que el pueblo no creía en las divinidades egipcias.
Moshé le pide a Dios una prueba por si el pueblo no le cree. Por un lado, esto nos demuestra que  no eran incrédulos, y no que creían en cualquiera que diga que es el enviado, sino que exigían pruebas, por el otro lado no son escépticos o testarudos que ni con cien pruebas se convencen, sino que  una vez que Moshé les presenta las tres pruebas, les alcanza.
También notamos que había otros profetas en el pueblo de Israel, como Aarón y Miriam más los 70 ancianos, que de hecho son el Sanedrín o al menos tienen el potencial de serlo, y  luego formarán parte del tribunal de Moshé.
Por otro lado el pueblo agradece a Dios que les envía la Salvación y que lo que dijo Yosef se hace realidad: Dios los recordó. Dice que se prosternaron ante Dios. 
Otro detalle que podemos entrever es que no se trata de un pueblo salvaje ni violento, pues sus capataces reciben los latigazos a causa de que el pueblo no hace el trabajo, no obstante ellos no se desquitan con el pueblo o los obligan a hacer más de la cuenta.
Aun cuando el faraón se niega a aliviarles el yugo y presiona a los capataces haciendo que reciban muchos castigos por ello, aun así, no son violentos con Moshé, sino solo de palabra.
Luego cuando dice que no escuchan a Moshé  que les habla en nombre de Dios, no es que dejaron de creer en Dios, sino que no escucharon a Moshé  a causa de la pesadez del trabajo.
Vivían todos  juntos en Goshen, esto lo vemos en las plagas de granizo y oscuridad, es decir están unidos.
El pueblo es activo, comienza a actuar de acuerdo a lo que Moshé  les va indicando, piden a los egipcios todo tipo de utensilios, oro y plata, esto en sí mismo fue toda una revolución, que un esclavo le pida a su patrón oro y plata.
Este cambio drástico se acentúa más cuando van a hacer el sacrificio de Pésaj, donde tenían durante varios días el cordero y cuando los egipcios preguntaban qué es lo que iban a hacer con el cordero (una de las deidades egipcias), ellos le contestaban  que lo iban a sacrificar y aun más, comérselo, esto demuestra mucha valentía y renuncia a la idolatría. Pasan a ser activos y luchan contra la idolatría.
El pueblo se somete a Moshé  y obedece al profeta (esta es una Mitzvá muy importante y central en la Tora)
Los egipcios y el faraón se enteran que el pueblo se fugó recién a los tres días, esto nos demuestra que en el pueblo no  había delatores y que guardaron el secreto, vemos también  que no tenían grandes amigos entre los egipcios, ya que éstos no se enteraron que se fugaron.
Recuerdan el juramento de Yosef que les pidió que lleven sus huesos con ellos.
Aun a orillas del mar Rojo no pierden su fe en Dios, ya que a Él se dirigen y Le ruegan, aunque se revelan contra Moshé, pero debemos tomar en consideración la presión a la que estaban sometidos y al pánico reinante. Además ellos podían pensar que si bien Dios envió a Moshé, eso no quiere decir que todo lo que Moshé  hace es por boca de Dios.
El pueblo llega a su punto más alto, cuando entonan la Shirá (el cántico del mar) y dicen que son Temerosos de Dios. Todas las cosas que dice en la Shirá, no solo los hombres las dijeron, sino también las mujeres, esto  nos demuestra la  Emuná y Akarat Hatob – Fe y agradecimiento.
En resumen:
• Conservaron su tradición.
• Se prosternan ante Dios.
• Están dispuestos a servir a Dios.
• Luchan en contra de la idolatría.
• Es un pueblo pacífico.
• Conservan su Emuná y recuerdan a sus patriarcas.
• Escuchan al profeta que habla en nombre de Dios.
• Son temerosos de Dios.
• Están dispuestos a seguir a Moshé por el desierto.
Todo esto nos demuestra qué clase de pueblo son los hijos de Israel y cuál fue su mérito para ser liberados y convertirse en el pueblo de Dios.
 
 

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