Abraham

Abraham

1. Abraham hubiera merecido ser creado antes que Adam, el primer hombre; pero el Santo, bendito sea, dijo: "Si creo primero a Abraham, en caso de pecar, no habría quien viniera detrás de él para reparar. Por eso crearé primero a Adam, y si peca, vendrá Abraham tras él y reparará" (Kohélet Rabá, capítulo 3).

2. Dijo Rabí Aba bar Kahana: Lo normal en el mundo es que si uno tiene una viga muy fuerte, la coloca en el medio del salón grande para que soporte el peso de todas las vigas más pequeñas. Del mismo modo, el Santo, bendito sea, creó a Abraham en medio de las generaciones para que soportara a las generaciones anteriores y posteriores (Bereshit Rabá, capítulo 14).

3. Hasta que vino nuestro Patriarca Abraham, por decirlo de algún modo, Dios juzgaba al mundo con rigor. La generación del diluvio pecó, y Dios los hundió en el agua; la gente de la Torre de Babel pecó, y Dios los dispersó de un extremo del mundo hasta el otro; los sodomitas pecaron, y Dios los quemó con fuego y azufre. Pero cuando Abraham se estableció en el mundo comenzaron a llegar los sufrimientos[1] (Yalkut Shimoní, capítulo 942).

4. Hasta que nuestro Patriarca Abraham vino al mundo, Dios solamente era Rey en los cielos, pero Abraham Lo coronó en los cielos y en la tierra (Sifrí, parashat Haazinu, capítulo 313).

[1] Quiere decir que hasta que Abraham llegó, Dios no enviaba pequeños sufrimientos con el objetivo de despertar a las personas para que entendieran que tienen que mejorar sus acciones. Por eso, cuando sus acciones llegaban a un nivel intolerable, Dios enviaba un castigo muy grande. Pero desde que vino Abraham, Dios comenzó a enviar pequeños castigos para que "el vaso no se llenara".

Fuente “Ushpizim”, Rabino Iona Blickstein z”l


[1] Quiere decir que hasta que Abraham llegó, Dios no enviaba pequeños sufrimientos con el objetivo de despertar a las personas para que entendieran que tienen que mejorar sus acciones. Por eso, cuando sus acciones llegaban a un nivel intolerable, Dios enviaba un castigo muy grande. Pero desde que vino Abraham, Dios comenzó a enviar pequeños castigos para que "el vaso no se llenara".

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