¿Por qué temía Iaacov?

¿Por qué temía Iaacov?

Estos materiales fueron publicados en el Jumash producido por la Editorial ‎Ner, www.kehot.com.ar    
Reproducido con autorización de Editorial Ner [email protected]   ‎
Copyright, derechos reservados y reproducción prohibida de los mismos

 

RASHI: El hecho de verse obligado a salir de la Tierra de Israel lo
apenaba.
JIZKUNI: Iaacov estaba diciendo: “Ahora que estoy descendiendo a
Egipto, debe ser que las palabras de Dios a mi abuelo están próximas
a cumplirse y mis hijos serán esclavizados y perseguidos en una
tierra extranjera”. Dios respondió: “No temas descender a Egipto”.
Pues, tal como le advertí a él lo que pasaría, vengo a ti con una promesa:
si bien los días de esclavización y persecución podrán estar
acercándose, también nos estamos aproximando al momento en el
que se cumplirá la bendición que di a tu abuelo: “Te haré una gran
nación” (12:2).
PIRKÉI DERABÍ ELIEZER: Cuando Iaacov escuchó que Iosef estaba vivo,
pensó para sí: “¿Cómo podría abandonar la tierra de mis ancestros,
la tierra en la que nací y la tierra en la que mora Dios, e ir a
una tierra cuyos habitantes no temen a Dios?”.

Torat Menajem
EL TEMOR DE IAACOV (V. 3)
El comentario de Rashi sobre el versículo 3 genera las siguientes preguntas:
a) Se sobreentiende que Iaacov temiera abandonar la Tierra de Israel y
establecerse en Egipto. ¿Por qué precisó Rashi hacer un comentario al
respecto?
b) El comentario de Rashi no solo parece innecesario, sino que de hecho
parece contradecir al propio versículo. Este dice que la preocupación
de Iaacov era el ir a Egipto (“No temas descender a Egipto”), mientras
que Rashi nos informa que esta no era su preocupación en absoluto, sino
que solo le preocupaba el abandonar la Tierra de Israel (“El hecho de
verse obligado a salir de la Tierra de Israel lo apenaba”).
¿Por qué rechazó Rashi las interpretaciones simples de Jizkuni y Pirkéi
DeRabí Eliezer, que Iaacov temía el inminente exilio, o vivir en un
lugar cuyos habitantes no temían a Dios, ya que estas explicaciones toman
el versículo de manera literal, que Iaacov temía “descender a Egipto”?
Rashi, por el otro lado, dice que la preocupación de Iaacov era lo
opuesto a lo declarado en el versículo: No le preocupaba tener que ir a
Egipto, sino abandonar la Tierra de Israel.
A simple vista, podría argumentarse que las reservas que Iaacov tenía
por abandonar la Tierra de Israel se debían a que no deseaba dejar una
tierra que era sagrada y establecerse en la Diáspora.
Sin embrago, se explicó antes que en el plano de interpretación literal
de la Torá, al que adhiere Rashi, la Tierra de Israel aún no estaba dotada
de santidad en la época de los Patriarcas (véase Torat Menajem sobre 15:18,
arriba). Por eso, esta no podría haber sido la preocupación de Iaacov.
LA EXPLICACIÓN
A Rashi le inquietaba la siguiente simple pregunta: ¿por qué dice la Torá
que Iaacov sólo temió descender a Egipto después de haber emprendido
ya su viaje, junto con toda su familia y pertenencias, llegando Beér Sheva?
Ciertamente, ¡su principal preocupación por viajar a Egipto debería haberse
sentido antes de que partiera! Uno imaginaría que para el momento
en el que ya hubiera recorrido varias millas, ya habría hecho las paces
con lo que estaba haciendo. Por eso Rashi se preguntó: ¿por qué de repente
lo asaltó el miedo en Beér Sheva?
Como Beér Sheva está en la frontera sur de la Tierra de Israel, Rashi
llegó a la conclusión que la aflicción de Iaacov debe haber estado relacionada
con el hecho de llegar a la frontera geográfica del país. Por eso
Rashi escribió: “El hecho de verse obligado a salir de la Tierra de Israel lo
apenaba”.
En otras palabras, al dejar su ciudad natal, Iaacov ya había aceptado el
hecho que en algún momento del futuro cercano se separaría de la tierra
de sus ancestros. Sin embargo, al llegar a la frontera, Iaacov se apenó
porque ahora se vio obligado a dejar la tierra realmente.
Un problema que todavía precisa explicación es que esta no era la primera
vez que Iaacov dejaba la Tierra de Israel. Pues cuando vivía en la
casa de Laván, Iaacov estuvo lejos de su tierra natal durante 20 años,
período en el cual observó la Torá y las mitzvot y construyó una familia
leal que siguió sus pasos. Ciertamente, entonces, ¡Iaacov era plenamente
consciente de que era posible convertirse en “una gran nación” también
en Egipto! ¿Por qué estaba tan apenado por dejar el país?
Sin embargo, hay una clara distinción entre la posición de Iaacov aquí,
en nuestra Parshá, y el momento en que partió para ir a vivir a la casa de
Laván. Pues Iaacov había fundado una gran familia de setenta almas, por
lo que la perspectiva de desarrollarse en una gran nación ahora era una
realidad. Por eso, esperaba que la nación judía se desarrollara en su verdadera
patria, la Tierra de Israel, que Dios prometió a Avraham.
Así, bien podemos imaginar la decepción de Iaacov por verse forzado
a dejar la Tierra de Israel con toda su familia y establecerse en Egipto. Por
eso Dios lo consoló que, por el contrario: “Te haré una gran nación allí”,
o sea, que el pueblo judío estaba destinado a convertirse en una gran
nación en la Diáspora.
(Basado en Likutéi Sijot, vol. 30, pág. 229 y ss.)

*Estos materiales fueron publicados en el Jumash producido por la Editorial Ner, www.kehot.com.ar 
Reproducido con autorización de Editorial Ner, [email protected]  
Copyright, Derechos Reservados y Reproducción Prohibida de los mismos

Volver al capítulo