¿Cómo Iosef interpretó los sueños?

¿Cómo Iosef interpretó los sueños?

¿Cómo Iosef interpretó los sueños? ¿A qué se refirió al decir “De Dios son las interpretaciones”, acaso tuvo intención de referirse a la profecía o que Dios revela su palabra a las personas también a través de la mente?

A raíz de la queja de la señora de Potifar, Iosef se encuentra a sí mismo, por segunda vez en su vida, en un pozo. Los sueños relacionan entre los dos “pozos”: en la primera ocasión fue arrojado al pozo a raíz de los sueños mientras que esta vez se encuentra con los sueños en el pozo.

El Maestro de Panaderos y el Maestro de Coperos que se hallan junto a Iosef en la cárcel sueñan un sueño y Iosef les ofrece ayuda diciéndoles: “Sólo de Dios son las interpretaciones” (Versículo 8). ¿Cómo interpretó Iosef el sueño? ¿Acaso utilizó su sabiduría o lo interpretó a partir del Espíritu Sagrado? Los comentaristas esgrimieron sus divergencias al respecto.

Rada”k explica que Iosef interpretó el sueño en base a señales que halló en él, teniendo en consideración que en la expresión “Sólo de Dios son las interpretaciones” Iosef se refirió a que es Dios el que le “concede la inteligencia a las personas”, y no se trata de una revelación profética.De acuerdo a esta tendencia, Rada”k explicó que los tres días, un tiempo corto, “los halló” Iosef en el desarrollo rápido de los tres sarmientos de vid sobre los que soñó el Maestro de coperos (Versículo 10). Al salir las hojas, inmediatamente ya había frutos preparados para ser exprimidos. Por cierto, el hecho que en el sueño aparezca el Maestro de coperos exprimiendo en la copa del faraón, indica que él regresará a su tarea.

En lo concerniente al Maestro de panaderos, explica Rada”k, Iosef comprendió que la figura de las aves comiendo el alimento colocado en su cabeza, hace referencia a la horca ya que el hábito de las aves es comer aquello que está colgado y no enterrado.

No obstante Abarbanel difiere en su pensamiento y sostiene que la expresión “De Dios son las interpretaciones” alude a una revelación y al Espíritu Sagrado y no a una “profesión o sabiduría”. Según su comentario, Iosef no podía conocer la interpretación a partir de su sabiduría porque una fábula puede aludir a múltiples moralejas y únicamente a través del “Espíritu Divino que él tenía” podía llegar a la interpretación “sin una mezcla de elementos falsos”.

 

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