¿Cómo atrapaba Eisav?

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RASHI: Él sabía cómo atrapar y engañar a su padre con su boca,
preguntándole: “Papá, ¿cómo separamos el maaser (diezmo) de la
sal y de la paja?”. Esto hacía creer a su padre que él era puntilloso
en la observancia de las mitzvot.
MIZRAJÍ: ¿Por qué no interpretó Rashi la palabra “atrapar” de manera
literal, que atrapaba animales? A Rashi le inquietaba la repetición
del versículo “Eisav era un hombre que sabía atrapar, un hombre
del campo”. Ciertamente, estas dos expresiones significan lo
mismo, ¿por qué hace la Torá una repetición innecesaria? Rashi
entendió que “sabía atrapar” debe referirse a algo más además de
cazar, es decir, su talento para atrapar a los demás con su boca.
La pregunta de Eisav, “¿cómo separamos el maaser (diezmo) de la
sal y de la paja?” era engañosa porque de hecho en la ley judía no
hay obligación de separar maaser de sal o paja (solo se separa de la
producción agrícola). Esto habría llevado a Itzjak a pensar que Eisav
era extremadamente detallista en las mitzvot, yendo más allá de la
letra de la ley para separar maaser incluso en un caso donde no hay
obligación de hacerlo.
MASKÍL LEDAVID: Ciertamente, al preguntar: “¿cómo separamos el
maaser (diezmo) de la sal y de la paja?” ¡Eisav habría parecido un
ignorante que no sabe la ley básica, que sólo se toma maaser de la
producción agrícola! Debemos suponer que Eisav en verdad estaba
preguntando: “puesto que estoy separando esto como un acto de
rigurosidad adicional, no como un requerimiento legal, ¿tal vez debería
indicar este hecho alterando algo del procedimiento?”.
BARTENURA: Claramente, Eisav no preguntaba cómo sacar maaser,
pues la respuesta a ello es obvia: simplemente se separa la décima
parte de la producción.

Torat Menajem
EL PROBLEMA DE RASHI (V. 27)
Además de las respuestas de los comentaristas, se podría argumentar lo
siguiente: a Rashi le inquietaba por qué el versículo dice que “Eisav era
un hombre que sabía atrapar, un hombre del campo”. Ciertamente, la
secuencia adecuada debería haber sido: “un hombre del campo que sabía
atrapar”, pues uno sólo comienza a atrapar después de salir al campo.
Debido a este problema, Rashi concluyó que la “atrapada” debía haber
ocurrido en casa, antes de que Eisav saliera “al campo”.
¿Qué “atrapada” podría hacerse en casa? Rashi responde: “Él sabía cómo
atrapar y engañar a su padre con su boca”.
LA PREGUNTA ENGAÑOSA DE EISAV
El comentario de Rashi, que Eisav preguntó a su padre “¿cómo separamos
el maaser (diezmo) de la sal y de la paja?”, es algo sorprendente.
Como la sal y la paja están, de hecho, exentas del maaser, la pregunta de
Eisav parecería demostrar más ignorancia que minuciosidad “en la
observancia de las mitzvot” (como escribe Maskíl LeDavid).
Maskíl LeDavid [y Mizrají] responden que Eisav indicó a su padre que
quería separar maaser más allá de la letra de la ley, incluso de sus bienes
que estaban exentos de este tributo.
Sin embrago, a partir de la elección de las palabras de Rashi, este no
parecería ser el caso. Eisav dijo: “¿cómo separamos maaser de la sal y la
paja?”. Al tomar esta frase al pie de la letra, parecería que Eisav sí
pensaba que la sal y la paja estaban incluidas en la obligación del maaser.
Entonces, ¿cuál era la trampa de Eisav?
LA EXPLICACIÓN
Antes, en Parshat Lej Lejá, leímos que “(Avram) le dio un diezmo
(‘maaser’) de todo” (14.20). Rashi escribe que “Avram le dio el maaser de
todos sus bienes, porque Malkitzédek era un sacerdote”.
Aquí vemos que, en el plano de interpretación literal de la Torá, Avraham
sí dio maaser de todos sus bienes (“todo”), y no solo de la producción
agrícola. Presumiblemente, la cláusula que el maaser se separa sólo
de la producción agrícola debe haber sido agregada más tarde, con la
entrega de la Torá (véase Torat Menajem sobre Lej Lejá, ibíd.).
Dado que Avraham ordenó “a su casa después de él a observar el camino
de Dios, actuando con caridad y justicia” (ibíd. 18:19), podemos suponer
que también Itzjak fue educado a separar maaser de todos sus bienes
(además de la afirmación explícita de la Torá de que separaba maaser de
la producción agrícola – 26:12 y Rashi ibíd.). Del mismo modo, Itzjak había
enseñado a Iaacov y a Eisav a dar maaser también de todas sus pertenencias
personales.
Desde esta perspectiva, la pregunta de Eisav “¿cómo se separa maaser de
la sal y de la paja?” era bastante adecuada, pues en su familia era costumbre
sacar maaser de todas las pertenencias, incluso de la sal y la paja.
Ahora solo nos queda una pregunta: ¿qué estaba preguntando Eisav
exactamente con su consulta “¿cómo se separa maaser de la sal y de la
paja?”? Ciertamente, ¡uno simplemente toma la décima parte (como
pregunta Bartenura)!
Sin embargo, con la sal y la paja hay una complicación, porque ambas
son substancias de muy poco valor, pero cuando son mezcladas con otras
cosas, pueden resultar sumamente importantes. Por ejemplo, la sal no es
apenas un condimento para alimentos, sino que resalta el sabor de todo
el plato; sin ella, este es insípido. Similarmente, la paja por si sola es un
mero forraje para animales, pero combinada con otros elementos puede
hacer ladrillos (véase Shemot 5:7).
Por lo tanto, intentando parecer piadoso a los ojos de su padre, Eisav
ideó una pregunta ingeniosa: ¿tomamos simplemente una décima parte
de la sal y la paja tal como valen ahora, o tenemos en cuenta el aumento
de su valor cuando son utilizadas en un producto final, pues es entonces
cuando se vuelve evidente su valor genuino? Esto haría una diferencia
práctica al separar el maaser, porque la costumbre de Avraham (que
transmitió a sus hijos) no era separar maaser de cada tipo de producto de
manera individual, sino sacar la décima parte del valor de “todos sus
bienes” colectivamente. Por eso, habría una diferencia en la cantidad total
del maaser, dependiendo de si la sal y la paja se consideran materia
prima o no.
“Esto hacía creer a su padre que él era puntilloso en la observancia de
las mitzvot”, pues Eisav parecía estar prestando atención a tan sutiles
detalles en las obligaciones que le incumbían.
(Basado en Likutéi Sijot, vol. 25, pág. 116 y ss.)

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