Preguntas de Abarbanel, Génesis 1

Preguntas de Abarbanel, Génesis 1

1   “Entonces dijo D-s: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.”

(Génesis 1, 26)

Pregunta: ¿Por qué al describir la creación del hombre se expresa D-s en plural: “Hagamos”? ¿Acaso implica ésto la posibilidad de que exista más de Un Creador? 

Respuesta:

La explicación más popular y simple a esta difícil pregunta la expone RASHI en su comentario al versículo citado: “No se abstuvo la Torá de enseñarnos una lección de humildad y comportamiento, ya que D-s mismo en su creación máxima no atribuye Su obra a sólo EL mismo sino que tomó consejo de Su corte celestial”.   Esto quiere decir que aún cuando se oiga raro el “HAGAMOS”, la Torá quiere enseñarnos que uno no debe ensalzarse ni atribuirse a sí mismo sus actos sino siempre  hablar en plural.

Esta idea sin embargo no deja satisfechos a muchos ya que ¿por qué especialmente en este versículo tan comprometedor como es el de la creación del hombre, tiene que incluirse una lección de moral y ética?. La lección podría fácilmente haber sido expuesta posteriormente en los libros de Levítico o de Números, sin enfrentar estos cuestionamientos tan fundamentales.

Es por ésto que Abarbanel en su respuesta cita la opinión de R. Yosef  Kimhi el cual vivió un tiempo antes que él.  Tal es el impacto de esta innovadora explicación que también el RAMBAN y el RALBAG la traen en su comentario:

“Al expresarse D-s en plural le está hablando a la Tierra ya que ésta misma, al ser creada,  fue dotada del potencial de crear a su vez”.  Esta idea se respalda en el propio texto de la Torá (Gen. 1,24) “Luego dijo D-s: Produzca la tierra seres vivientes según su género...”, y también del versículo 20: “Produzcan las aguas seres vivientes...”.

Apoyando esta opinión, el RAMBAN comenta que existen dos tipos de creaciones: la “ex-nihilo” que significa crear algo de la nada (yesh meain), para la cual se usa la palabra hebrea BARA.  Por otro lado existe la palabra YATZAR, aparentemente sinónimo de la primera, pero que significa, en realidad, creación a partir de algo ya creado.  Según este autor, D-s solamente creó “ex-nihilo” el primer día  de la creación y todos los demás días son realmente creaciones de tipo YATZAR (excepto el quinto día, cuando aparece la vida animal y el sexto día cuando aparece el hombre).

Habiendo expuesto esta idea comprobamos que efectivamente la tierra tiene un potencial creativo que fue aprovechado para la formación corporal del hombre, como expone el versículo: “D-s formó al hombre del polvo de la tierra” (ibid 2,7).  Sin embargo, hay una diferencia entre el hombre y el animal, consistente en que para la creación del primero  agregó D-s un elemento adicional: “Sopló en su nariz aliento de vida” (ibid).  Este espíritu divino es realmente creación de tipo BARA y fue especialmente hecha para el hombre.

Con ésto podemos ahora concluir que “HAGAMOS” en plural, resulta básico para entender la esencia misma del hombre. Parte de él es materia pura derivada de los ingredientes que aportó la tierra, pero otra parte está formada de un Espíritu Divino de procedencia muy elevada.  Así entonces este hombre dual, con constantes conflictos y debates internos entre el cuerpo y el alma es derivado directo de esta “sociedad” formada entre D-s y la tierra desde los anales de la historia.  En nosotros queda la conciliación entre estas dos fuerzas y encontrar el justo medio para llegar a la total plenitud y propósito de esta especial creación.

Volver al capítulo